Una vez, hace mucho, alguien le escribió: “No dejes que nadie te haga daño”
La frase se empolvó dentro de la caja donde guardaba las cartas de aquellos que dijeron amarla y plasmaron ese amor en un papel.
La olvidó. También la carta.
Ahora está llorando y la frase que una vez, hace mucho, alguien le escribió, sigue empolvándose en la caja donde guarda las cartas de aquellos que dijeron amarla y plasmaron ese amor en un papel.
--------------(a veces lo cursi se cuela por los rincones)-------------------
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