Libertad, es ponerse en el umbral entre lo conocido y lo desconocido. Allí, escoger entre hacer y no hacer, y ser responsable por lo elegido. (Julieta Kirkwood)

Y OJO

Y OJO
que habla en primera persona

Frida



Los libros son Volantines

Los libros son Volantines
A veces un cable a tierra, a veces una escalera al cielo...

24 febrero 2010



No niego que me gustan las hormigas
No niego que el cosquilleo en la piel
el ascenso continuo
el roce de sus patas
escarban túneles
caen al plato de un caldo de cabeza
hirviendo
recién servido

No niego que me gusta su llegada intempestiva
su irrupción en las madrugadas
su invasión en mi cocina
en mis sábanas rojas
en las cuencas de mis ojos

No niego que me gusta que se cuelen en recovecos
que quepan donde les plazca
que salgan y que entren al unísono
con escudo o sin él
que entren como niñas desvalidas
cálidas
sedientas de caricias

No niego que me gusta
que sean duras de matar
que sean constantes
que se vayan cuando las echan
y que lleguen cuando las llaman

Y sin embargo las hormigas no saben
que el verano atrae hormigas
porque ofrece azúcares y néctares
frutas jugosas, grandes, carnosas.

Crea y evapora humedades
Levanta espejismos
Oasis imaginados, sumergidos
Calienta cerebros y los revienta
Los arroja a la ilusión de construir castillos cristalinos
allí donde solo pueden verse sitios eriazos
allí donde solo hay olor a basura, a podredumbre
a cáscaras de fruta descompuesta y llena de moho.

Quizás las hormigas se conforman con poco
O creen que han llegado a la tierra prometida
Allí donde podrán ser felices y harán felices a otras hormigas
Allí donde comerán fruta fresca, recién caida.

No niego que me gusta la ingenuidad de las hormigas
Y sin embargo  niego
Y digo que si y que no solo por vanidad
por la defensa de una libertad a la que he sido arrojada
y que tampoco niego que me gusta

Quizás no sea este su hormiguero
Quizás no sea este el hombro a escalar
Quizás se arrepientan, quizás sufran
Quizás sea buena la marcha atrás
La prudencia, la templanza
Quizás al hormiguero le queda grande el título
O le da miedo derrumbarse
Y asfixiar con su peso a las dañadas hormigas
Que ya tienen bastante
con haber nacido vestidas de duelo.

23 febrero 2010

Tiempo suspendido

Vacíos llenos de tiempo suspendido


Un reloj de viento

Una rosa de cuarzo



Perpetuado

como el horizonte


Curvo

como un rayo de luz


Eterno

como un árbol de diametro infinito



No camina, no corre

solo vuela o se detiene



Burla los destinos

asota los dogmas y las filosofías



Abraza esperanzas

y las deshace a cuchilladas

con cortes precisos, sangrientos

como un dedo rosando una hoja de papel


El tiempo duele

es una inyección de benzatina al cerebro

un clic-clac de aleteos de abeja

un zumbido

un silencio

un abismo




15 febrero 2010

Cuando la sonrisa de un hijo no basta
y los mundos se van cerrando uno a uno
no queda más que una mejilla húmeda
evaporada de tristezas
surcada de dolores
acariciadas de memoria

Cuando los errores yacen prendidos al reloj
y la esperanza decide no tocar el timbre
no queda más que una ilusión de compañía
una sombra en la pared
un eco de tu risa
un cepillo de dientes a medio usar

Cuando la música va cavando una fosa de amargura
y la risa se esconde en el fondo del cajón
no queda más que la incerteza de tu nombre
un espacio lleno de silencio
de hormigas
de musgos en el agua
de sábanas húmedas
de platos sucios
de cortinas cerradas

Y no queda más que la incerteza de tu nombre


09 febrero 2010

Por un segundo

Arriba las nubes volaban sin sentido

Los puntos cardinales olían a vacío
La tierra era una esfera cóncava

Ella y él yacían llenos de nada.

Sus cerebros despedían corrientes de absurdo
Cuando nada importaba

Todo cobraba vida propia

Enterraron al resto pidiendo atardeceres.

Y sin meditar ni por un segundo

Flotaron feromonas por la ciudad

Susurros colaron escalofríos por los poros
El sol evaporó humedades secretas

Miradas y besos se hicieron el amor locamente.

No medió tiempo para orgasmos
Tan solo una caricia vomitada en muchedumbre

Un teléfono omitido

Y un adiós con deseo contenido.

Se llevaron sus soledades
Y un calor que no era de verano

Era de trueno y de relámpago
Como esa pena que se asoma
cuando un Todo pierde su Mitad .


Y si los árboles se están agitando, por buen camino vamos pedaleando...