Arriba las nubes volaban sin sentido
Los puntos cardinales olían a vacío
La tierra era una esfera cóncava
Ella y él yacían llenos de nada.
Sus cerebros despedían corrientes de absurdo
Cuando nada importaba
Todo cobraba vida propia
Enterraron al resto pidiendo atardeceres.
Y sin meditar ni por un segundo
Flotaron feromonas por la ciudad
Susurros colaron escalofríos por los poros
El sol evaporó humedades secretas
Miradas y besos se hicieron el amor locamente.
Muy buen blog. Llegué por azares del destino. EN fin, salta a la vista la dedicación y las ganas de luchar.
ResponderEliminarSaludos
un adios con deseo contenido
ResponderEliminar